Etimológicamente hablando “ortomolecular” es un vocablo hibrido derivado del griego y el latín; “orto” de origen griego quiere decir correcto mientras que la palabra molecular de origen latino se refiere a nutriente.
El padre de esta terapia fue Linus Pauling, químico estadounidense ganador del premio nobel de química en 1954, que acuño este término por primera vez en 1968.
La medicina ortomolecular considera que las enfermedades son causadas por desequilibrios moleculares que son corregibles mediante la administración de las moléculas nutritivas adecuadas en el momento correcto (sustancias como las vitaminas o los minerales). Estas causas, se cree, originan aberraciones bioquímicas cuya acumulación dan lugar a síntomas o indicios de las cuales se sigue la percepción de un estado de enfermedad.
Este método cimentado en la tesis que sostiene, primero que la salud es el estado natural del hombre y segundo, que la salud y la vida dependen de un ambiente molecularmente correcto; propone conservar o restaurar el equilibrio químico necesario para que las células obtengan la materia prima que les permita activar los procesos naturales de reparación molecular para mantenerse saludables y replicarse adecuadamente.
Esta terapia revolucionaria fue creada con el propósito de fortalecer la salud, prevenir las enfermedades y contrarrestar la decadencia física y mental del hombre moderno que se ha visto sometido a factores nocivos de la civilización industrial. Su estrategia se dirige a proporcionar a las células del organismo una provisión óptima de sustancias nutritivas naturales necesarias para la vida, estructuras químicas originales en cantidades y proporciones correctas de acuerdo con las necesidades individuales de cada persona.
La eficacia del método ortomolecular fue corroborada por primera vez en 1950 por los doctores Abraham Hoffer, Murtón Walker y Humphrey Ozonad, discípulos de Pauling, con el exitoso tratamiento en algunas enfermedades mentales como la esquizofrenia y ciertas adicciones como al alcohol y otras drogas. Administrando a enfermos mentales una dieta saludable compuesta por alimentos naturales e integrales acompañada de megadosis de vitamina B3 y vitamina C lograron resultados sorprendentes dando así origen a la psiquiatría ortomolecular.
Desde la perspectiva de la nutrición ortomolecular cuando a causa de la alimentación u otra razón se produce un desabastecimiento de una o varias sustancias nutritivas esenciales cuya presencia es requerida con carácter indispensable o se presenta en cantidades y proporciones incorrectas aunque las células sigan trabajando lo harán de forma deficiente generando proteínas o enzimas defectuosas que originaran una degradación progresiva lo que dará lugar a que con el tiempo nos sintamos enfermos.
Por tanto podemos decir que la nutrición ortomolecular lo que hace es acentuar el uso de sustancias naturales encontradas en una dieta sana como son las vitaminas, los minerales, los oligoelementos, los aminoácidos, los ácidos grasos esenciales, la fibra dietética, etc.
En resumen podemos decir que la nutrición ortomolecular consiste en proporcionar cantidades óptimas de sustancias normales al cuerpo, normalmente por vía oral. En los primeros tiempos de la medicina ortomolecular esto significó generalmente terapias con dosis altas de un solo nutriente. Sin embargo, algunas dolencias requerían dejar de tomar determinadas sustancias naturales. Así, lo “optimo” era una cuestión de juicio clínico. A menudo el terapeuta emplea múltiples sustancias vitales (vitaminas, minerales, aminoácido, etc.) es un esfuerzo de restablecer estas sustancias a sus niveles normales. La suplementación con dosis relativamente grandes de vitaminas es relativamente normal, en ocasiones muy por encima de lo establecido como cantidad diaria recomendada.
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